La capacidad humana de autocrítica es una materia prima escasa y en esa medida de un valor incalculable.
Hace unos días leí una historia de una mujer que solicitó un servicio de Uber. Su intención era llevarlo adonde lo esperaba la autoridad para multarlo*. Uber no se ha legalizado en el país donde tuvo lugar el incidente. Hay ciudades o países donde éste es el caso. No parece que el conflicto vaya a resolverse pronto, con tantos intereses de por medio.
Particularmente encuentro muchas ventajas de propuestas como Uber. Ventajas que van más allá del servicio, la seguridad o la costo-eficiencia. Es muy provechoso que un servicio de calidad se enlace con los usuarios, con una participación mínima de terceros que agregan poco o ningún valor y donde se anidan prácticas de corrupción. El manejo poco claro de permisos para taxi es un ejemplo extraordinario donde se formó y ha existido por muchos años una cadena de valor llena de antivalores. Por ejemplo, la corrupción del gremio y sus reguladores, mordidas, tráfico de influencias, entre muchas otras cosas.
El problema de una economía con muchos eslabones sin valor en las cadenas productivas es que éstos agregan costo, demora y dificultades reales que no siempre se percibe. Esto genera una producción falsa y limita el desarrollo económico del país.
La tecnología y su avance implacable
El tema de este artículo no es la evolución del modelo de transporte de pasajeros. Tampoco la corrupción en los canales tradicionales y cómo ha marcado nuestro estilo de vida. El tema es la nueva economía; el avance de la tecnología, cómo nos preparamos para él y el reto que representa para todos. Es muy fácil criticar al taxista y a su familia, y acusarlos de obstaculizar el progreso o de no reinventarse. Aceptar que tu forma de vida está cerca del fin no debe ser sencillo.
Es probable que sigas tú, mi amigo. ¿Ha pasado por tu cabeza de manera seria, fuera de la discusión filosófica y «futurista» que todos hemos tenido entre amigos, que quizá tu industria o tu área de especialidad sea la siguiente que sufra un cambio y en pocos años no tengas trabajo y tu experiencia sea solo una referencia histórica?
No solo se trata de estar listos para que nuestra actividad sea reemplazada. Es una cuestión de estar dispuestos a ser parte del cambio, no solo espectadores. Se trata de influir en cómo será esa nueva economía.
Si pensamos en la tendencia actual, es posible intuir cómo lucirá el mundo en cuatro o cinco años; un aumento de dispositivos inteligentes (no solo teléfonos), identificación y geolocalización, nuevos medios de acceso a la información, grandes datos*, análisis de patrones, entre otras cosas. Los profesionistas necesitarán prepararse para la casi total digitalización de su actividad. Nos guste o no, esto va a suceder y existen algunas habilidades que hasta ahora eran opcionales y pronto serán indispensables si queremos tener un lugar en la nueva economía.
Innovación y adaptabilidad
Esto significa tener la capacidad de diseñar soluciones fuera de la rutina, incluyendo utilizar los recursos tecnológicos para integrar nuevas ideas en los sistemas o productos existentes. Aquellos que puedan adaptarse y responder a circunstancias inesperadas serán altamente demandados en el campo laboral.
En un mundo donde las distancias no existen más, es crucial poder ser parte de un equipo en cualquier rol, no siempre el mismo, y aprovechar los recursos tecnológicos al máximo en beneficio de un proyecto definido. La capacidad de interactuar con profesionales de cualquier nacionalidad, cultura, raza o religión, dar lo mejor de uno mismo, obtener lo mejor de los demás y poner el ego a un lado, será el estándar dorado en todas las organizaciones.
Versatilidad
Muchos oficios y profesiones del futuro no existen hoy y los que existen cambiarán a una versión digital. Sin duda, la capacidad de aplicar tu experiencia e inteligencia en diferentes campos será deseable. La idea de trabajar toda la vida en una misma actividad, tan común en la segunda mitad del siglo XX, terminará de extinguirse. No se trata de ser experto en todo. Se trata de integrar conceptos de diferentes campos donde se requiere en un momento determinado.
Dominio del pensamiento computacional
La tendencia actual hará que sea necesario tener buenas habilidades tecnológicas, para operar computadoras en todas sus variaciones, conocidas y por conocer. El pensamiento computacional será vital, a medida que los grandes datos y su análisis son el camino más común. La idea es poder interactuar con cantidades monumentales de información y hacer que tengan sentido, encontrar patrones para mejorar las prácticas de ventas, marketing digital, recursos humanos y todos los sectores que puedes imaginar, y los que no.
La nueva alfabetización es en la lógica computacional y en el lenguaje digital, como sea que lo llamemos. Y más nos vale establecernos en un buen nivel para no ser los analfabetos del futuro que se nos viene encima.
Nos leemos pronto.
Luis Nieto
Enlaces:
http://ncrnoticias.com/2017/04/02/senora-solicita-uber-para-entregar-al-conductor-a-los-traficos/
Grandes datos (big data):https://es.wikipedia.org/wiki/Big_data
La crisis de talento en México
Comment (1)
[…] El mundo está cambiando muy rápidamente. No sé si más que nunca, pero este cambio supone una reorganización de muchos factores de la vida que conocemos. Compañías y organizaciones enfrentan grandes retos para definir su dirección estratégica y deben tomar decisiones imposibles cada día. El papel que juegan las áreas o departamentos está evolucionando. Hay caminos inexplorados que es necesario transitar, dispuestos a desaprender y hacer espacio para otro conocimiento. Algunas actividades son nuevas y las actividades de siempre se están reagrupando. Con frecuencia es necesario actuar con más de un sombrero (cargo o capacidad) en un momento determinado. […]